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Pachamama 2014 es un Malbec 100%, cuya producción total alcanza a 4.000 botellas anualmente . Crecerá en volumen cada año, pues“no nos ponemos límites experimentando con Malbec”, señalan los hacedores de la criatura.
Dicen … El nombre Pachamama surge de una sugerencia de Santiago Achával, que originalmente se había pensado para un vino que hoy se denomina Piedras Viejas. En aquel momento Pachamama se desestimó, pero si bien no había sido utilizado, cada vez que se lo mencionaba provocaba un deseo muy fuerte de recuperarlo.
En los vinos salteños la estructura sobra y en este caso, también se buscaba elegancia y “creemos que la hemos encontrado aunque todavía hay más tela para cortar”, coinciden todos.
La relación entre los Domingo y Matervini (Bodega en Lujan de Cuyo Mza de Achaval y Cipresso ) , nace de un contacto de Joaquín Alberdi (propietario de Vinoteca JA en Palermo* Bs As ) en el año 2013. Y a partir de ese momento, arranca el encantamiento y el respeto mutuo.
Pachamama nace de una región ubicada al norte de Cafayate, provincia de Salta, camino a la Quebrada de las Flechas, a una hora de camioneta 4x4. Ese paraje ya en los años ‘80 era frecuentado por Palo Domingo, quien llevaba a sus hijos desandando un camino casi intransitable, que demandaba casi cuatro horas en llegar y misma cantidad de tiempo en volver.
Es un terruño árido e inhóspito, símil lunar. De fondo se asoman como puntas de flechas, los notorios plegamientos tectónicos que afloran a piel del suelo salteño y emergen con alturas y de formas impensadas.
El suelo es pedregoso y muy pobre. Estas hectáreas se extienden sobre la precordillera andina, con nada mas ni nada menos , 300 millones de años de historia por detrás.
Tenemos que saber que la extraordinaria luz (cantidad e intensidad hacen lo suyo) provoca que el Malbec tenga características únicas.El efecto lumínico tan pronunciado potencia al varietal a niveles especiales.
En la finca, se realiza un trabajo minucioso sobre el raleo y el deshoje. Pachamama surge de este paraje conocido por el nombre de Rupestre, en el que encontramos diseño indígena, paisaje lunar y viñedos imperfectos, nada comunes.
Es lo que hace de Pachamama un vino diferente, único y sorprendente.
