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Crianza biológica de nuestro Pedro Giménez de espaldero en secano de 65 años. Este proceso se ve protegido por la presencia de velo que se forma de manera espontánea gracias a las condiciones singulares de nuestro viñedo, donde las napas subterráneas nutren las raíces de la planta, estableciendo un equilibrio perfecto entre los elementos naturales que contribuyen a la elaboración de este vino.
La crianza se extiende a lo largo de 2 años, no es encabezada ni es añejada en madera.
Se destaca por su elegancia y sabor salino, con notables matices que recuerdan umami, pistacho y frutos secos. Su estabilidad garantiza que, una vez descorchado, pueda disfrutarse sin alteraciones durante largo tiempo. A medida que se va abriendo, sus fragancias se intensifican gradualmente, potenciándose su aroma de forma exponencial.
Este lanzamiento presenta tres variantes de velos distintos en su fase de maduración: botija 4, botija 8 y botija 10, los cuales se erigen como los protagonistas de esta cosecha.