Este oloroso comparte origen montillano con nuestras
ediciones 46 y 74, también procedentes de Pérez
Barquero, donde Rafael Córdoba lleva décadas
controlando los viñedos y las vendimias con excepcional
cuidado y obteniendo mostos excelentes, tanto de yema
como de segunda prensa. Es con estos últimos mostos
de segunda prensa llamados localmente “vinos de color”
con los que se elaboran sus olorosos bajo la experta
dirección de Juan Márquez. Son vinos muy fragantes y
con mucho cuerpo, en los que se hace notoria la
rotundidad propia de la uva pedro ximénez.
La Bota de Oloroso 116 “Montilla” procede nuevamente
de una selección de botas de la Solera Diógenes,
ubicada en tercera en la Bodega El Puente de Pérez
Barquero. Todas las botas seleccionadas pertenecen a
la solera propiamente. Este factor, unido al tiempo
transcurrido y al hecho de que las sacas de estas botas
sean siempre muy limitadas, hace que estemos de
nuevo ante un vino con una vejez superior en casi cinco
años a su predecesor, La Bota de Oloroso n.º 74, que
ya era también más viejo que la edición n.o 46. Su edad
media estimada es, por tanto, cercana a los 35 años.
Se recomienda disfrutar en copas de mediano tamaño
(tipo riesling o vino blanco) en pequeñas dosis y a
temperatura fresca (unos 12º/13ºC) que atenúe la
intensidad de su poderosa estructura. La fragancia de
este oloroso es sobradamente compleja y potente como
para mantener su personalidad a la temperatura de
servicio sugerida.